Los jabones de tocador se elaboran a partir de aceites
vegetales como los de coco, palma y oliva. Estos
aceites se someten a un proceso de refinado para eliminar los
restos de sosa cáustica que pudieran contener, ya que dañarían la piel.
El poder dispersante del jabón el permite eliminar
las partículas sólidas que constituyen la suciedad manteniéndolas
en suspensión, a fin de poder ser arrastradas inmediatamente por el agua
durante el baño.
Por lo general, los jabones han ido evolucionado a lo largo
de la historia en diferentes formatos y variedades, inclusive se han diversificado en
estilos según la característica propia de cada piel y las necesidades que
requiere:
A. Jabón Aromático y Humectante:
formulado con extractos de cereza acerola y aceite de andiroba que le brindan a
la piel humectación para dejarla más suave y con una sensación de frescura.
B. Jabón Aromático y Acondicionador: contiene
extractos de té verde el cuál aporta propiedades antioxidantes y aceite de
copaiba que acondiciona y forma una capa protectora que mantiene la humedad.
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